Reino Aventura Montrealense
Último día en Montreal, despertamos y seguíamos cansados, pero eso no fue suficiente razón para detenernos, por lo que mi amigo JGC nos vistió…… bueno, nos prestó ropa para vestirnos, no lo hizo directamente él… Porque, si recuerdan, nos quedamos todos #HechosBolita en su departamento y como no estábamos preparados pues él se encargó de prestarnos algo de ropa para continuar con este día.
Desayunamos y nos fuimos temprano, directo y sin escalas al lugar conocido como “La Ronde”.
La Ronde es nada más y nada menos que el Six Flags de Montreal, pero, como la gente en esta ciudad (y estado) son de cultura muy arraigada, resulta que tienen controlado el nombre de algunos lugares, por lo que “presionaron” a six flags de no ponerle six flags a este espacio recreativo, sino que pidieron que permaneciera el nombre original, aunque Six Flags sea el propietario. Justo como si en CDMX Reino Aventura se siguiera llamando Reino Aventura by Six Flags.
Bueno, pero lo verdaderamente importante es que estuvimos trepándonos a estos juegos, algunos bastante fuertes, como Le Vampire (parecido al Batman) ó “Le Goliath” (parecido al Superman) o inclusive el Orbite (El kilauea de Six Flags México)... Inclusive en “La ronde” tienen una montaña rusa que se parece a la montaña rusa de “La Feria” en la ciudad de México, que también es de madera, como las características montañas rusas, sólo que esta se llama “Le Monstre” y si, la cabeza te rebota mientras haces el recorrido.
Aprovechamos que no había casi nada de gente, porque, al puro estilo de Six Flags, JGC e ICM cuentan que suele estar bastante más lleno, pero esta vez ¡no!, nosotros nos formábamos e inmediatamente después de formarnos ya teníamos la posibilidad de subirnos al juego, por lo que, contamos con mucha suerte… Desafortunadamente en este día éramos nosotros los que no contábamos con mucho tiempo, pues, yo me tenía que preparar porque hoy sería el gran regreso a ciudadLaboral..
Así que después de dar una vuelta por todo el parque y subirnos a unos 7 juegos, tuvimos que emprender el regreso, el cual fue muy interesante… ¿por qué?
Pues porque resulta que nos regresamos caminando, cruzamos uno de los puentes que conectan la isla de Santa Helena con la isla de Montreal, es un trayecto nada corto, hay que cruzar todo el río, el cual es bastante ancho y caudaloso, por lo que, mientras uno camina puede ir admirando toda esa agua que corre debajo de uno y, uno entiende porque Canadá es el tercer país que tiene más agua en todo el planeta.
Así que una vez que cruzamos ese puentesote, llegamos a la isla de Montreal, en donde tomamos el metro para dirigirnos a casa de ICM, pues allí tengo -casi- todas mis cosas… Sólo faltaban las famosas mieles de maple enlatadas, que habíamos comprado unos días atrás y estaban en casa de JGC, por lo que nos separamos JGC fue por la mieles, mientras que ICM y yo fuimos a su casa para pedir algo de comer… Y más tarde nos encontraríamos para comer y hacer mi maleta.
Y así fue, nosotros fuimos por un pollo frito que estuvo bastante bueno, a unas cuadras de casa de ICM, tuvimos que esperar un rato pues no había suficiente para tres tragones, pero esperamos pacientemente allí y posteriormente nos llevamos el producto a casa de ICM, en donde esperamos a JGC y cuando llegó, comimos el pollo que estuvo bastante bien y entonces comenzó la preparación de la famosa maleta.
No fue tan difícil conseguir el armado de la maleta, sólo fue cuestión de guardar adecuadamente los souvenirs entre los calzones sucios (pero fue por una buena causa) y una vez que quedó todo acomodadito, ya estaba listo para salir del país..
Bueno, la verdad es que no estaba listo, pues estaba a punto de dejar a mis dos grandes amigos, pero no había de otra yo ya estaba con mi boleto pagado y toda la cosa, por lo que, no teníamos muchas opciones, pero lo importante es que habíamos pasado una semana genial y ya estábamos listos para dirigirnos al aeropuerto.
Nos desplazamos al aeropuerto en el ya famoso transporte público: el metro hasta el autobús y el autobús hasta el aeropuerto… Corrimos un poco para llegar a tiempo, pero no fue nada grave. hasta que llegamos a las instalaciones de Aeroméxico en el aeropuerto Pierre Elliot Trudeau… Como la vez pasada y por alguna razón que no entiendo, las instalaciones de Aeroméxico son un reverendo relajo, por lo que estuvimos un rato allí formados, pero una vez que logramos llegar hasta el frente de la fila y entregamos mi maleta, pudimos ir por mi último “Tim Horton’s Coffee”, por lo que, pedí el ya famoso:
Une cappuccino glacé, s'il vous plaît
Así que fuimos por el último cafecito juntos… ¡quién sabe cuánto tiempo pasará hasta que podamos estar así nuevamente!, por lo que lo disfrutamos en extremo, nos salimos a tomarlo en el fresco del atardecer, en donde filosofamos un poco acerca de la vida y, una vez que se terminaba el tiempo tuve que entrar a la sala de abordar…
Así que me despedí de mis amigos y partí solo con mi soledad hasta la sala que me serviría para abordar mi avión.
Allí encontré que algunos “souvenirs” se encontraban a buen precio, así que aproveché y compré algunos otros detallitos para llevar a casa, después de estar chismoseando en las tiendas comenzaron a cerrar (recuerden que mi vuelo sale a las 23:00 hrs.), así que me fui a la sala de espera, hasta que por fin subí al avión. así que, la aventura está prácticamente concluida.
Deseenme buen viaje amigos, pero antes recuerden que…
… Seguiremos paseando …
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