Un poco más bajito que ella
Cuando ella terminó con él, él no entendía por qué; una y otra vez se preguntó alguna o algunas de las razones por las que ella estaba terminando con él.
Ella, una figura bastante espectacular, con medidas agradables, de un metro con setenta centímetros de estatura y ojos color café súper expresivos, Yaqui de nacimiento, no esperen, yaqui no, Maja, más bien, Majo más bien, bueno no lo sé con exactitud.
Él, con figura más bien redondeada; apenas un metro y sesenta y ocho centímetros (efectivamente, más bajito que ella), con ojos café claro; (lo mejor de él, dicen algunos), Azteca de nacimiento, pero con una extraña mezcla entre guanajuatense, guacho y español.
Y la pareja más dispareja que se puedan imaginar se unió, por un tiempo, claro; ella tan diferente a el, el tan diferente a ella.
Y el tiempo pasaba, y las personas iban y venían, y era una relación difícil, por las circunstancias, y con el tiempo explotó la relación; en el momento menos esperado la ésta terminó, y entonce él, guachito de nacimiento se preguntaba:
La hipótesis de la opción B cada vez fue más fuerte, hasta que el bendito feisbuk (oh, ¿que haríamos sin él?) mostró las imágenes: reveladoras, devastadoras.
Ella con aquel, un feliz matrimonio ¡con alguien más bajito que ella! (a menos que esas imágenes mientan).
Y él las vio, -bendito feisbuk-, desde la casa donde vive con su esposa y su hija.
No se si ella y él vuelvan a verse, tal vez en un futuro el destino los reencuentre, tal vez en otra vida...
Pero de lo que estoy seguro, es que él, en esta vida, jamás la olvidará.
Ella, una figura bastante espectacular, con medidas agradables, de un metro con setenta centímetros de estatura y ojos color café súper expresivos, Yaqui de nacimiento, no esperen, yaqui no, Maja, más bien, Majo más bien, bueno no lo sé con exactitud.
Él, con figura más bien redondeada; apenas un metro y sesenta y ocho centímetros (efectivamente, más bajito que ella), con ojos café claro; (lo mejor de él, dicen algunos), Azteca de nacimiento, pero con una extraña mezcla entre guanajuatense, guacho y español.
Y la pareja más dispareja que se puedan imaginar se unió, por un tiempo, claro; ella tan diferente a el, el tan diferente a ella.
Y el tiempo pasaba, y las personas iban y venían, y era una relación difícil, por las circunstancias, y con el tiempo explotó la relación; en el momento menos esperado la ésta terminó, y entonce él, guachito de nacimiento se preguntaba:
- ¿Será por la decisión de mudarse más cerca de ella?
- ¿Será porque soy mas bajito que ella?
- ¿Será que se cansó de viajar?
- ¿Será que nunca le gusté?
La hipótesis de la opción B cada vez fue más fuerte, hasta que el bendito feisbuk (oh, ¿que haríamos sin él?) mostró las imágenes: reveladoras, devastadoras.
Ella con aquel, un feliz matrimonio ¡con alguien más bajito que ella! (a menos que esas imágenes mientan).
Y él las vio, -bendito feisbuk-, desde la casa donde vive con su esposa y su hija.
No se si ella y él vuelvan a verse, tal vez en un futuro el destino los reencuentre, tal vez en otra vida...
Pero de lo que estoy seguro, es que él, en esta vida, jamás la olvidará.
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