La despedida de Joaquín Sabina
¡Hola Sabineras y Sabineros!
Hace ya varios meses que Joaquín Sabina anunció su “última” gira de despedida; aunque creo que lleva dos giras de despedida, pero al parecer esta si es la de "a de veras".
Y como si me asusté con la amenaza de que era la última vez que venía a México, decidí decirle a mis papás si querían ir, como ellos dijeron que ¡sí!; entonces busqué los boletos, ubicados en una zona no tan cerca pero tampoco tan lejos, que estuvieran en el justo punto entre visibilidad y costo; encontré unos de balcón y entonces los compré.
Y bueno, resulta que ayer fue el encuentro: Trepé a mis papás al auto y salimos a buena hora para llegar con tiempo al estacionamiento del Auditorio Nacional, mi intención era que el auto no quedara tan lejos para que ellos no caminaran tanto; y si me salió porque encontramos lugar en el estacionamiento del auditorio, porque para los eventos también habilitan un “estacionamiento” en el campo marte, pero de ahí hay que caminar “bastante” al auditorio, bueno, no es tanto pero la zona está oscura y hay que ir caminando con cuidado, por eso preferí el estacionamiento “original” del auditorio.
Por lo anterior llegamos con bastante tiempo, entonces nos dimos vuelo viendo la mercancía “no oficial”, compramos bastantes cositas, ya que mis papás estaban algo encantados con el ambiente, después de peinar todos los puestos nos metimos al auditorio, buscamos nuestros lugares y resulta que se veía bastante bien.
Después de acomodarnos y esperar pacientemente, apagaron las luces y todo comenzó: nos tocó una pantalla casi enfrente que veíamos a la perfección, en donde comenzó a sonar Un último vals en modo grabación, con un video bastante melancólico que se reproducía en las pantallas. En cuánto terminó el video, apareció Joaquín Sabina con su banda!!! Todo muy bien, pues en cuánto entraron comenzaron a cantar Donde habita el olvido, desde que empezó a cantar, las canciones iban acompañadas de alguna plática aunque sea breve de Joaquín, contando que es su último concierto, no por falta de ganas sino por falta de energía, agradeciendo a México por ser uno de los principales países en donde se ha presentado, en fin, el ambiente era melancolía y felicidad. Es por eso que siguió con Lágrimas de mármol, para posteriormente cantar un clásico de su era más moderna: Lo niego todo, la cual por cierto es una de mis favoritas. De ahí pasó a cantar Mentiras piadosas, viejita pero bonita y después una de 1999: Ahora que…. La cuál es un himno a la vejez, que cada vez comienza a quedarme mejor.
Entre canción y canción Joaquín platicaba algunas anécdotas de vida, la verdad es que si se ve cansado, ahora entiendo la razón de su retiro…
Después continuó con Calle Melancolía y de ahí se siguió a otra clásica de 1999: 19 días y 500 noches. Este concierto ha sido tan melancólico, pero todavía pudo serlo un poco más porque empezó a sonar: ¿Quién me ha robado el mes de abril?, yo creo que ésta es la canción más conocida de Sabina. Después siguió una que yo he escuchado poco: Más de cien mentiras. De ahí Joaquín hizo una pequeña pausa, pero no así su banda, pues Mara Barros cantó Camas vacías y de ahí se aventaron un rock clásico con Pacto entre caballeros, otra de las canciones que me encantan, aunque en este caso Jaime Asúa fue quien cantó la canción completa.
Después de esa pequeña pausa de Sabina, regresó para cantar Peces de ciudad y de ahí siguió otra de mis favoritas: Medias negras.
La siguiente canción le agregó melancolía al concierto: Una canción para la Magdalena y siguió con esa “oda” a México y su gente: Por el bulevar de los sueños rotos. Aquí una vez más participó Mara Barros junto con Joaquín para hacer la canción/performance Y sin embargo te quiero / Y sin embargo. Aquí ya olía a final cuando empezó a tocar Noches de boda, todo iba muy bien pero esta canción la unió con Y nos dieron las diez. Fue algo triste porque amo la segunda canción y desafortunadamente la cantó incompleta; pero bueno, mejor algo que nada…
… Y se despidieron, salieron del escenario, pero obviamente iban a regresar (el famoso encore), así que después de que la muchedumbre coreaba “otra, otra”, y “Sabina”, “Sabina”, salieron a presentar a Antonio García de Diego, quien cantó La canción más hermosa del mundo; de ahí se siguieron con Tan joven y tan viejo, seguida de Contigo y todo estaba animado cuando cerraron con Princesa. Ahí es donde agradecieron, se abrazaron, dieron saludos y besos y… ¡¡se terminó!! Aunque, así como en el inicio, dejaron una canción grabada: La canción de los buenos borrachos, con la cual se cerró todo y la gente comenzó a dejar el recinto.
Nosotros salimos, platicamos, tal vez si sea el último concierto de Joaquín pues se ve cansado y su voz desgastada, así que ha sido un placer estar aquí, ojalá que no sea la última vez, pero si es así, fue grande haber estado aquí.
Por nuestra parte salimos encantados, mis papás muy contentos, también invitamos a un amigo de mi papá, quién salió feliz de haber estado en el “último” concierto.
Larga vida a Joaquín Sabina, ojalá que dure muchos, muchos años disfrutando de su éxito.
Nosotros salimos y no pudieron faltar los deliciosos taquitos post-concierto; los disfrutamos y después de todo el evento, nos fuimos a descansar.
Esa fue la gran aventura queridos amigos, esperemoas que sí se vuelva a repetir, por lo que…
… Seguiremos sabineando …
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