FNQV 2024

Hola queridos amigos que me siguen por este medio

Espero que se encuentren todos muy bien, por acá les cuento otra pequeña aventura.

Como el título lo indica, este fin de semana estuvimos presentes en la FNQV2024, es decir, la Feria Nacional del Queso y el Vino 2024, que, como es tradicional, se ubica en Tequisquiapan, Querétaro. Y también algo que se está convirtiendo en otra tradición, nosotros hemos asistido, tal vez ustedes recuerden que hace un año fue nuestra segunda visita (la reseña la pueden encontrar aquí mismo ), por lo que una tercera ocasión, ya lo está convirtiendo en la tradición antes mencionada.

Como ya es costumbre (¿o tradición?), nos desplazamos temprano el día sábado, recorrimos una vez más en este mes la autopista que va rumbo a Querétaro, pero en la salida de San Juan Del Río nos desviamos para allá, para avanzar por el “libramiento” de San Juan del Río que nos lleva directito a Tequisquiapan y a la “Sierra Gorda” de Querétaro. Llegamos al pueblo Mágico y una vez allí, nos estacionamos en la entrada del pueblo, porque allí hay un negocio de “gorditas”, las cuales ya es tradicional desayunar al llegar, así que así lo hicimos. Después de degustar esas delicias de masa con guisado (les recomiendo la ámpliamente la gordita de migaja), nos desplazamos rumbo al ya conocido hotel, que en esta ocasión compartiría con mis papás (como siempre), mi hermana (como siempre), la nenorra (como siempre), yo (como siempre), pero en esta ocasión el cambio fue que nos acompañaba el novio de mi hermana; fuera de eso, todo iba conforme a la “tradición familiar”.

Así que nos instalamos en la habitación que nos asignaron, el calorcito que estaba haciendo estos días estaba bárbaro así que en cuanto dejamos la maletas ya estábamos sudando, pero eso no impidió que saliéramos a cumplir nuestra misión, así que ni tardos ni perezosos nos dirigimos rumbo al parque “La Pila”, en donde año con año se hace la feria, como ya habíamos comprado los boletos no tardamos nadita en entrar y una vez allí, pues nos dispusimos a dar la vuelta por todo el parque, degustando vinos y quesos, pues, así se llama la feria ¿no?

Esta vez compramos poco, sólo lo que consumimos allí, eso sí, compramos una caja de quesos con carnes frías que estuvo muy buena, que fue suficiente para saciar nuestra hambre de queso y feria, la comimos sentados en un pequeño espacio del parque, con pastito y tranquilo, abrimos nuestro vino y allí mismo acabamos con todo.

Después del descanso encontramos unos “chocolates gourmet”, los probamos, nos encantaron y compramos una buena cantidad, éstos si los guardamos para nuestro retorno, pues la verdad ya estábamos algo llenos, pero además, para tener un “recuerdito” de la feria a nuestro retorno.

Terminamos de recorrer la feria, probamos otros vinos, otros quesos, finalmente buscábamos también unos helados que hemos comido en otras ocasiones, pero esta vez no tuvimos éxito. Claro que al salir de la feria en la esquina hay unas nieves, por lo que allí sí que comimos helados; después caminamos rumbo al hotel y una vez que llegamos, hicimos el tradicional “chapuzón” en la alberca, que no es muy grande pero sí es refrescante, allí disfrutamos un rato, pero tuvimos que abandonarla para ir a cenar.

La cena ocurrió esta vez en el Restaurante “La Charamusca” , estuvo bastante buena la cena, aunque en esta ocasión, como suele ocurrir en las cenas grupales, una persona corre con no tan buena suerte, pues escoge el platillo que se terminó, se les olvida llevarle algo, en fin, suele pasar, y por desgracia fue el turno de mi hermana, pero bueno, algún detallito tenía que pasar, pero fuera de eso todo estuvo bastante bien.

Al otro día salimos a desayunar, fuimos buscando un restaurante que conocimos hace dos años, encontramos el lugar pero no era la misma “administración”, por lo que no encontramos exáctamente los mismos platillos de aquella vez, pero estuvo sabroso y llenador.

Después hicimos el tradicional paseo por el pueblo, esta vez lo hicimos caminando, llegamos a los mercaditos, compramos un poco de artesanía y seguimos caminando hasta que encontramos un quesería para adquirir ricos quesitos para llevar, una vez que lo hicimos ya estábamos casi listos para entregar la habitación, así que fuimos al hotel para “desalojar”... y fue entonces donde la aventura terminó, pues decidimos arrancar de regreso a nuestra ciudad donde vivimos.

Una vez más el camino transcurrió con normalidad… ¡¡La nenorra y yo apenas la semana pasada habíamos recorrido este mismo camino!!, así que llegamos a CDMX con algo de hambrita, así que pasamos a comer antes de terminar la rápida aventura.

Tercera edición de la FNQV a la que asistimos… ¿¿Creen que ahora sí sea una tradición?? No estoy seguro, pero lo que sí sé, es que, nos prepararemos para la FNQV 2025. Tequisquiapan, ni te olvides de nosotros porque pronto estaremos de regreso.

Es todo por hoy, pero recuerden que…

…Seguiremos paseando…