FNQV 2023
Que tal mis queridos amigos
Hace unas semanas platicábamos la nenorra y yo acerca de su próxima entrada a la preparatoria (que miedo), lo que nos lleva a explicar que los sábados está tomando un curso para el famosísimo examen COMIPEMS, por lo cual, pues prácticamente todos los fines de semana están ocupados, lo que limita nuestras salidas. Sin embargo hace un tiempo ocurrió una conversación similar a la siguiente:
| Nenorra: | Oye papá: ¿Recuerdas que el año pasado fuimos a la Feria Nacional del Queso y el Vino 2022 |
| Yo: | Sí |
| Nenorra: | Pues resulta que este año no voy a tener curso COMIPEMS para ese fin de semana, por lo que podremos ir |
| Yo: | ¿Consideras que debemos ir? |
| Nenorra: | ¡Pues claro! Ya es una tradición familiar |
| Yo: | Pero apenas hemos ido una vez, el año pasado |
| Nenorra: | ¡Por eso!. Si repetimos este año ya será una tradición |
| Yo: | Entre risas: De acuerdo. ¡Vamos! |
Entonces organizamos con la familia: tía, abuelos y nos dispusimos a lanzarnos para allá: rentamos el mismo hotel de la vez anterior, compramos lo boletos con anterioridad como la vez anterior, preparamos el auto justo como la vez anterior, en fin, creo que la nenorra está -casi- en lo correcto:
Se repitió todo de manera similar, nos trepamos al auto, salimos muy temprano para llegar a buena hora, llegamos al restaurante de gorditas para desayunar (obviamente: gorditas), después nos trasladamos al hotel, en donde ya estaba lista nuestra habitación (la cuál desafortunadamente no fue la misma, pero fue una muy, muy parecida a la habitación del año pasado), nos refrescamos un poco y nos dispusimos a la visita de la FNQV2023.
La feria sigue igual: cobran cara la entrada, los vinos tienen precios algo inflados, los espectáculos están decentes, sin ser maravillosos, la gente va a hacer “día de campo” y a ponerse algo ebrio con buen (y no tan buen) vino, las nieves ofertadas son muy ricas y diferentes, las tablas de quesos y carnes frías son una delicia, esta vez las copas del evento estuvieron un poco más económicas, lo cual hizo que fuera más cómodo comprar para todos. En fin, la feria en su estado natural.
Estuvimos degustando vinos y quesos, pasamos por la “tiendita” de quesos de la Universidad Autónoma de Querétaro, en donde ofertan quesos de cabra dulces y salados, de los cuales no puede uno dejar de probar varias de sus creaciones y en donde yo me vuelvo a prometer ir a buscar la tienda a Querétaro (ya que, siempre he supuesto que debe estar en la UAQ), pero nunca logro concretar y me lanzo a buscar.
Salimos de la Feria algo enfiestados, con algunos de nuestros productos bajo el brazo, probamos una bebida que le encantó a la nenorra, se llama “Amore mío” y ahora el nuevo reto es encontrar a las personalidades que lo venden en la CDMX. ¿lo lograremos?
Nos fuimos al hotel a descansar, nos metimos un rato a la alberca y después nos fuimos a cenar, encontramos un buen lugar para hacerlo, algo lento el servicio pero tuvo buen sabor. Después de eso nos lanzamos a las camitas, ya que teníamos que descansar después del ajetreado viaje.
El día de mañana será un día más tranquilo, pues solamente vamos a desayunar y de ahí partiremos a ciudad laboral, ya que mañana es día de votar, por lo que mis papás están muy interesados en llegar a la hora correcta para poder hacerlo.
Así que por hoy es todo, pero recuerden que…
…Seguiremos organizando…

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