Parque Naucalli (título alternativo: Partido de Ida)

A pesar de que cuento ya con 34 añotes (y próximo a los 35), nunca había ido al parque Naucalli.

El parque Naucalli se encuentra ubicado en el norte de la ciudad, muy cerca de las torres de satélite, es famoso porque es un espacio relativamente grande con algunas actividades al aire libre, tales como renta de bicicletas, pista para patinaje en ruedas, zonas para pic-nic, pista skate y algunas otras cosas.

Pues resulta que mi familia política decidió que festejaríamos allí a los cumpleañeros de abril. Por lo que llegamos y nos instalamos en un espacio con pastito, pusimos un mantel y con canasta al puro estilo pic-nic del oso Yogi estábamos listos para pasarla bien.

Hicimos de todo en el lugar (al menos la nenorra y yo), rentamos una bicicleta, compramos un frisbee y lo estuvimos lanzando, fuimos a los columpios y resbaladillas, también fuimos a la cama elástica y los brincolines, también corrimos por el lugar hasta que nos cansamos; encontramos unos juegos tubulares viejos donde uno tenía la forma de un auto, desafortunadamente la estructura estaba algo dañada.

Después de un rato comimos (todos llevaron algo para compartir), por lo que terminamos bastante satisfechos; mi cuñado y mi concuño que no pueden vivir sin alcohol, metieron de contrabando unas "Viña real" y estuvieron degustando el producto.

Al cabo de muchas horas, terminó el pic-nic y entonces teníamos que salir del lugar (sobre todo porque llegó la hora de cierre); entonces ahí fue donde la puerca torció el rabo, o ahí estuvo el negrito en el arroz, o ahí fue donde las cosas se pusieron nefastas, les comentaré ¿por qué?:

Resulta que dos de mis cuñadas (no diré sus nombre para no delatarlas), tienen viejas rencillas y ¡se pusieron a arreglarlas en se momento!, pero como no pueden resolver las cosas solas, tuvieron que intervenir mi otra cuñada y mi sra., creando un ambiente de tensión terrible, pues estuvieron más de una hora alegando tonterías (from my personal point of view), que de todo modos ni llegaron a nada y todas quedaron mal, los que pudieron huir (como mi cuñado) huyeron y los que teníamos que esperar a alguna de las contendientas o a alguna de las moderadoras tuvimos que esperar y esperar y esperar y después esperar un poco más...

Después de casi dos horas de alegata, cada una se fue a su esquina y terminó el asunto, con un empate técnico y un "nada para nadie", como si fuera final de futbol mexicano y este fue el partido de ida, con un marcador 3-3, dejando lo mejor para el partido de vuelta, claro que, en este caso esperemos que no hay partido de vuelta.