Fiesta doble
Resulta que el día de hoy se le juntó al mandado a la sra. [no piensen mal], pues dos de sus amigas nos invitaron a dos eventos diferentes. El primero fue una presentación de 3 años, el segundo fue un bautizo; ésto obviamente sin hacer a un lado las actividades normales del día, que incluyen forzosamente el ballet de la nenorra.
Entonces salimos disparados al ballet, lo bueno es que el bautizo era a la vuelta de la casa de cultura donde la nenorra toma el ballet, entonces llegamos y mientras yo corría al ballet con todo y chamaca, la sra. se fue a la iglesia a la presentación de 3 años.
Casi a punto de terminar el ballet, llegó conmigo la sra. quién me dijo que su amiga "nos esperaba para el resto del evento", pero ya teníamos comprometido llegar a la otra misa, que era el bautizo de la hija de la otra amiga de mi esposa.
Terminando el ballet nos arrancamos a gran velocidad, mientras y manejaba y esquivaba baches y perros, mi sra. cambiaba a la nenorra, quitándole el traje de bailarina y poniéndola guapa para la fiesta.
Llegamos con suficiente tiempo a la otra iglesia (la cual afortunadamente tampoco estaba tan lejos), aún no llegaban los actores principales del evento, por lo que con el grito de "papá ya tengo hambre", le nenorra nos hizo buscar algo para "botanear", lo que encontramos rápidamente en la tiendita de la esquina.
A los pocos minutos empezó la misa, donde estuvimos presentes y agradecidos con Dios, pusimos atención y vimos a la bella bebé siendo bautizada. Terminando el evento nos esperaban en la casa de la pareja pues nos invitaban a comer.
Llegamos rápidamente, pues también estaba a unos cuántos kilómetros de la iglesia, nos sirvieron de comer, no sé si estaba bueno pero ya era tarde y teníamos mucha hambre, entonces todo nos supo delicioso.
Después de un rato de estar en la fiesta, comenzaron los preparativos para el baile, por lo que no había espacio para que la nenorra jugara, además tampoco había niños con quienes se juntara para armar una banda desastrosa, entonces la sra. decidió que nos regresábamos a la otra fiesta, para alcanzar pastel y a ver que más.
Nos despedimos y salimos disparados, y entonces ¡¡oh sorpresa!!
Así que a toda velocidad saqué gato, llave de cruz y llanta de refacción, aquí la nenorra hizo un comentario gracioso:
Oye papá. ¿por qué traías una llanta en la cajuela
Le comenté (sin dejar de apurarme en el cambio de llanta), que todos los autos traen (o debieran traer) una llanta de refacción para estos casos), guardé todo, me sacudí las manos (como si eso fuera a quitarme la mugre) y salimos a toda velocidad rumbo a la fiesta infantil.
Como si fuera de película dimos con el jardín de fiestas a la primera (gracias Dios por darnos y dejarnos usar el GPS) y mientras me estacionaba las mujeres salieron disparadas pues la piñata se balanceaba desgarrada, ya con poca esperanza de vida.
Ya estacionado y mientras me decían la frase "Yo aquí se lo cuido jefe" me dirigí al lugar, en donde la nenorra había roto la piñata y se dedicaba a recolectar dulces del suelo, contentan por la proeza, igual nosotros por haber llegado "justo a tiempo".
Y entonces pasamos y continuamos la fiesta (en otra fiesta), nos sirvieron un poco de refresco y pastel, mientras la nenorra se trepaba a los dos brincolines del lugar. Nosotros tuvimos un espacio para platicar y estar un poco relajados, después del ajetreo que nos trajimos durante el día.
Y salimos hasta que nos corrieron del lugar, teníamos que aprovechar el poco tiempo que teníamos.
Sólo me resta decir: ¡Que día!
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