FNQV2022

El día de hoy les platicaré una experiencia fuera de lugar que he vivido.

Verán, todo comenzó cuando decidimos ir a la Feria Nacional del Queso y el Vino, en su edición 2022.

Contratamos un hotel mediante AirBnb y compramos las entradas a la Feria. A mi gusto un poco caras, pues costaban $ 250.00 por persona sólo por entrar y no incluye nada, salvo la entrada. Pero como queríamos vivir la experiencia, pues obviamente lo pagamos

Asì que ya con hospedaje reservado y entradas pagadas, el día de hoy nos trasladamos al pueblo mágico conocido como Tequisquiapan, en el bello estado de Querétaro. El camino estuvo simple, aunque pasando San Juan del Río había un relajo para cruzar el libramiento, pues andaban haciendo unos arreglos en el camino, pero no nos tomó más de 15 minutos cruzar el pequeño embotellamiento.

Después llegamos al ya mencionado Tequisquiapan, lugar famoso por ser un pueblo mágico, por tener el “centro” del país (aunque varios estados se disputan ese honor), en donde se grabaron algunas películas, como “El maestro”, protagonizada por Cantinflas y otras más. Así que entramos de manera triunfante al lugar, pero lo primero que teníamos que hacer era desayunar, así que encontramos unas gorditas de guisados que ¡¡mmmh!!estaban deliciosas. El lugar está altamente recomendable, está en las “afueras” de Tequisquiapan y se llama Gorditas Las Crucitas. Si van a Tequisquiapan no dejen de ir a desayunar, excelente lugar para comer sabroso y engordador.

En cuanto terminamos de desayunar, fuimos al Hotel Poza Real a dejar nuestros tiliches, aunque las calles están algo enredadas no nos costó mucho trabajo dar con el lugar, nos entregaron nuestra habitación, la cual estaba mucho mejor de lo que esperábamos, digo, no es que esperáramos algo malo, sino que al hacer la reservación con AirBnb no llevábamos ninguna expectativa. Pero la habitación fue muy amplia, íbamos 6 personas y todos tuvimos un espacio adecuado para quedarnos, los baños limpios y con grana potencia para bañarnos, además uno de ellos tenía una “poza” que se podía usar para darse un baño remojándose cómodamente, como si se tratase de una tinota.

Pero eso lo averiguaríamos un poco después, ya que el objetivo era ir a la FNQV2022, por lo que caminamos hasta el parque “La pila”, lugar en donde sería el esperado evento.

En realidad todo se encuentra bastante cerca, así que caminando llegamos al lugar; entramos con el pre-pago para la entrada, y rápido ya estábamos en la feria. En la entrada vendían copas de vino, conmemorativas del lugar, un poco caras a mi gusto. Una vez dentro entramos a la primera zona que se trataba del área de comida: había helados deliciosos: queso con vino, queso con otro tipo de vino y queso con un tipo de vino distinto al de los primeros dos. Muy bueno, además, había otros sabores, todos muy ricos.

Después comenzamos a deambular en todos los establecimientos de vino: hicimos énfasis en los vinos mexicanos, entre otros encontramos una marca que se llama “Cuatro Soles”, que nos gustó bastante. Lo interesante del lugar es que, allí mismo te dan el vino frío y listo! A consumir se ha dicho.

La venta de quesos también es amplia: tablas para consumir allí y quesos para llevar: frescos, madurados, de cabra, vaca y más. Combinan perfectamente con el vino que también está a la venta por todos lados.

Después de degustar varios licores y quesos, encontramos que también había productos de nuestra herencia española: patas de jamón, jamón serrano, salamis y demás. Todo con una maduración exquisita y mucha, muchas grasita ¡rico!

Supuestamente había algunos espectáculos de música y danza en diversos espacios en la feria, pero nos dio la impresión que no estaban muy en orden con respecto al programa que habíamos visto, al menos eso nos pareció, pues nos sentamos cerca de un escenario pero no se presentaba lo que estábamos esperando.

Conforme pasó el tiempo el lugar se empezó a llenar, la gente hacía pic-nic, con cobijas o de de plano sentados en el pasto, en donde disfrutaban con familiares y amigos del vino y la comida, todo en orden, pero todo muy lleno.

Después de algunas horas ese espacio se convirtió en una cantina con bastante exceso. La gente se formaba para comprar sus botellas y ya ni siquiera se requerían copas para tomar: vi algunas personas directo de su botella disfrutando su bebida vinícola favorita. ¡¡Todo un show!!

Después de estar otro rato decidimos salir de allí, pues, nosotros no pensábamos emborracharnos -tanto- así que decidimos ir de regreso al hotel.

Allí encontramos que la alberca se podía utilizar, así que nos cambiamos y corrimos a darnos un chapuzón, el agua estaba un poco fría, pero soportable. Estuvimos allí algunas horas y después de eso: ¡a bañarnos para ir a cenar!

Encontramos un lugar para cenar, que no fue 100% satisfactorio, fue un lugar decente y agradable pero le faltaba un poco de sazón a los alimentos, nada grave, sólo ese pequeño detalle. Pero no pondré el nombre para que ustedes opinen por sí mismo, si es que van.

Terminando caminamos un poco por el pueblo, pero ya estábamos algo cansados así que mejor nos dirigimos lentamente al hotel para descansar, aunque recorrimos la plaza principal viendo todos los restaurantes que ofrecen cena y variedad, los cuales son bastantes, además, nos tocó ver la “salida” de la feria, en donde la gente ya bastan intoxicada deambulaba buscando lugar para “seguir bebiendo”.

Fue una visita satisfactoria, aunque me hubiera gustado venir cuando era joven con algunos amigos, como JGC, para que disfrutáramos un buen vino y una buena charla, aunque, ahora que lo pienso, podríamos asistir en el futuro… ¡Qué buena idea!

Así que, a descansar amigos, pero mañana daremos otra vuelta por el lugar, así que…

…Seguiremos chupando (que es gerundio)...