CF35
¡Hola tacubos y tacubas!
Pues ahí les va el resumen de una de las “grandes noches” (ayer 5 de diciembre) en CDMX.
La noche no era muy fría, a pesar de que ya empezó el mes de enero, yo estuve trabajando pero intenté dejar todo listo desde temprano porque mi misión era clara: Tenía que desplazarme rumbo al ex-Foro Sol.
¿Y de qué se trataba este magno evento? Pues nada más y nada menos que de: ¡La celebración de los 35 años de Café Tacuba!, o cómo se anunció en todos lados: CF35
Intenté desplazarme a buena hora, pues ya sabemos cómo se pone el tránsito rumbo a la zona cuando hay evento, además que los estacionamientos se llenan, por eso siendo las 6:10 de la tarde me fui rumbo al lugar. El camino ya tenía algunos embotellamientos, aunque yo creo que eran los “normales” del horario, pero para cuando llegué al estacionamiento del Palacio de los deportes, resulta que había bastantes autos ya estacionados, entré con facilidad pero ya no había muchos lugares, de hecho me tocó “inaugurar” la línea que ponen enmedio de dos filas de autos, ya saben esa línea que ponen en cordón; pero finalmente logré un lugar decente.
Caminé tranquilamente rumbo al ex-Foro Sol, crucé el clásico puente que conecta del Palacio de los Deportes al Estadio GeNePe y ¡ya!. Estaba dentro.
Como tenía algo de tiempo pasé por una marquesita, dudé de su sabor pero la verdad es que no estaba mal, después me tomé un cerveza y pasé al baño para dirigirme a mi lugar.
Cómo compré un boleto económico, que además estaba en descuento, me tocó algo lejos y algo arriba, pero lo importante es que estaba allí y, lo mejor de todo fue que estaba a la altura de unas pantallas que pusieron para que “General B” pudiera apreciar el concierto, así que las tenía a muy buena distancia, les dejaré dos videos de como se veía desde mi lugar.
Me senté en mi lugar desde las 20:30, el concierto decía que iniciaba a las 21:00, así que me relajé y me dispuse a admirar todo el lugar, desde temprano iban poniendo fotos en las pantallas, en donde pude alcanzar a tomar ésta:
Y bueno, después de esperar poco más de media hora viendo los “memes tacvbos” que pasaban en las pantallas, dieron las 21:20 horas y todo empezó:
Lo primero que empezó a sonar fue nada más y nada menos que una de mis canciones favoritas: ”La 10”, que curiosamente es el track número 7 del disco “Revés” y se trata de una grabación de un zapateado el cual aparentemente es un ensayo de una compañía de danza, pero están perfectamente coordinados y se escucha fenomenal, mientras comenzó a sonar aparecieron unos bailarines que simulaban el zapateado, después de unos minutos de los bailarines, quienes por cierto iban pintados de calaveras, apareció Rubén Albarrán detrás de ellos, lo que generó un griterío en todo el exForo Sol, en donde calculo que si llegamos a los 60,000 asistentes.
Pocos segundos después apareció Meme en los teclados y tuve la impresión que el griterío fue todavía mayor que con Rubén, bueno, no recuerdo quién salió primero pero los gritos si dieron esa sensación.
Unida a la canción anterior inició ”La 9”, del mismo disco y que también es instrumental; después del griterío y emoción, Rubén dio las gracias y “empezó” el concierto.
Así que arrancó con sus grandes éxitos del primer álbum, obviamente estoy hablando de María, Las batallas y Rarotonga, en donde comenzó a brincar como en los viejos tiempos. Después hicieron un cambio tocando Cómo te extraño mi amor del aclamado Avalancha de éxitos. Ya estábamos todos desbordados cuando empezaron con las canciones del disco que muchos consideran el mejor de la banda, así es amigos, estoy hablando del “Re”: Primero fue El metro, en donde las luces empezaron a simular un convoy del metro mientras se escuchaba el “intro” de la canción, que es justamente el sonido de un convoy del metro de la ciudad de México llegando a una estación, con su respectivo timbrado para cerrar las puertas y volver a arrancar. A esta canción le siguió El ciclón, que también es un ícono del disco: “Si el equilibrio es Dios y el equilibrio murió, ¿qué pasó con Dios?”
Cuando pensé que seguiríamos con canciones del “Re”, me equivoqué porque se fueron por una del disco SINO, nada más y nada menos que 53100, la cual supongo que habla de Naucalpan y de la vida de algún tacubo en esa zona. Después se siguieron con otra del mismo disco: Esta vez, para después seguir con una de las mejores letras que han escrito (desde mi perspectiva): Aprovéchate, del disco llamado: “El objeto antes llamado Disco”.
Después de esa cancionsota Rubén presentó a la banda “Los inútiles”, que según entiendo es la banda que acompaña(ba) a Paquita la del Barrio, llegaron para cantar: La muerte chiquita, del disco “Yo Soy”, álbum que salió a la par del “Revés”. Inmediatamente después de la participación de Los inútiles, llegó el gran señor Gustavo Santaolalla, quién con su atuendo de hippie-rocker, sentadito comenzó a acompañar a los tacubos con “Olita del altamar”, que a mí gusto es una de las mejores canciones del disco “El objeto antes llamado Disco”, pero con Gustavo fue todo un agasajo escucharlo.
De ahí siguieron con el disco “Jei Beibi”, con la canción Futuro, que, debo aceptar que es de una época en donde casi no seguía a la banda, por lo que “apenas” si reconocí la canción, pues debo confesarles que la canción que mejor conozco de ese disco es 1-2-3, la cual me gusta mucho pero que no tocaron esta vez.
En ese momento salieron la banda y Gustavo del escenario, para que “los tacubos” continuaran con El aparato, una canción de OVNIs. En esta canción pusieron en pantalla a la orquesta sinfónica que los acompañó durante su segundo Unplugged, pues, en palabras de Rubén, ese disco llegó justo antes de la pandemia y no pudieron hacer conciertos, por lo que lo estaban “retomando”.
Y entonces nos fuimos al “Cuatro Caminos”, pues iniciaron la canción Mediodía, que inició con un organillero que estaba ataviado con una máscara, para después regresar al “Yo Soy” con El espacio y con La locomotora.
Después regresamos al SINO con una de sus mejores canciones: Volver a comenzar y después de que todos estábamos vueltos locos, saltando y gritando: hicieron una pequeña pausa.
De ahí salieron a hacer una “segunda parte” con una de sus canciones más extrañas, aunque no por eso malas: Pájaros de “el objeto antes llamado Disco”, esta canción sonó aún más extraña en vivo, pero estuvo muy interesante. Y entonces llegó la canción más feliz del mundo: Las Flores del “Re”.
Y después Rubén vino a recordar la época “psuedo-chaira”, con Chilanga Banda, seguida de una canción digna para que regresaran los inútiles: El fin de la infancia, otra de las grandes canciones con gran letra.
¡Y entonces llegó el siguiente invitado!, Nada más y nada menos que Álvaro Henríquez del grupo Los Tres, para que juntos tocaran una obvia: Déjate Caer.
Después de esto regresamos a sus orígenes: La chica Banda, lo que me recordó a la época en donde salían vestidos con uniforme de secundaria, inclusive creo que así fueron a algunos de los muchos programas de Paco Stanley, que eran todos iguales sólo cambiaba de canal y televisora.
Gracias a Dios después cantaron una de mis canciones favoritas: El puñal y el corazón... Ni hablar mujer, tu traes puñal, para después seguir con el cover “No controles”, clásica del Avalancha de éxitos.
De ahí se aventaron varias canciones en serie: ¿Qué pasará?, La pinta, Pinche Juan y El borrego, esta última sonó súper macizo y fue un gran momento, pues tuvo mucho punch aunque ya se empezaba a sentir que el concierto llegaba al final.
Y llegó el momento en el que Rubén habló de “esa” canción que no habían cantado hace años, aclarando que es una canción simplemente para “pasarla bien”, así es amigos, se trata de La ingrata. Así es amigos, la prohibida canción que no se había cantado hace años, hizo su aparición esta noche.
Y aquí hicieron una pausa, pero regresaron para tocar Encantamiento inútil, gran canción. Aquí me pasó algo muy curioso, pues al escuchar la canción y recordar el final, pensé que sería una gran canción previa para una de las más famosas… ¿Y qué creen? No me equivoqué pues la siguiente canción que pasó fue más ni menos que Eres
El público se volvió a desbordar, pues, es una canción muy querida por la gente, no me queda duda que ha trascendido generaciones, ya que la nenorra la conoce perfectamente.
Por el horario ya sabíamos que todo estaba a punto de terminar, pero los tacubos no se desanimaron y cantaron Quiero ver del SINO y se despidieron, pero para terminar se rifaron con otra de mis grandes favoritas: El baile y el salón. Con esta se despidieron, entre gritos, aplausos y vítores de la gente.
El concierto fue todo un espectáculo, como siempre Rubén es todo un showman, además se ve que los tacubos disfrutan todavía lo que hacen, aunque me dió por pensar que no están tan “conectados” entre ellos. Ojo, no digo nada malo pero siento que como que cada quien anda en su rollo y dijeron: juntémonos para el concierto, aunque eso no evitó que fuera un gran evento.
Al final salimos del lugar, como siempre montones de gente para la salida, pero al final llegué al estacionamiento y salí, obvio como tardé en salir ya había un relajo para cruzar algunas calles, pero lo tomé con calma mientras escuchaba -otra vez-, Café Tacuba en mi vehículo, pues el concierto me reconectó con la banda, recordando aquellos álbumes a los cuales tuve poco acercamiento.
En fin amigos, fue un gran concierto, me hizo muy feliz, me recordó aquel lejano año 2000 cuando me lancé (también sólo), al Auditorio a ver la gira “Bocanada al revés”, gira que compartieron con Gustavo Cerati.
Así que por hoy es todo amigos, espero que les haya gustado este larguísimo post y que les haya contagiado un poco de lo que se vivió esta noche. Por eso quiero que recuerden que…
… Seguiremos zapateando…
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