De CDMX a Monterrey -Parte III-
Lunes 5 de diciembre. Son las 7:00 a.m. y por alguna extraña razón, abrí mis ojitos. Nos habíamos dormido como a las 02:00 porque seguíamos con la adrenalina hasta arriba por la experiencia vivida el día anterior, debo confesar que, aunque la nenorra es quien estaba más hasta arriba, yo también estaba con mucha adrenalina, pues, concierto es concierto ¿no?
Sin embargo, contrario a lo que pensaba, no estaba mega cansado, ni siquiera estaba dormido, ya estaba despierto y, contrario a lo que ustedes han de estar imaginando, mis piernas y mi cuerpo en general se encontraba en bastante buen estado, fue un poco increìble pues apenas ayer estuvimos al menos 10 horas parados, caminando y/o esperando.
Sin embargo, eso no evitó que permaneciera acostadito en mi cama, veía al otro lado de la habitación y la nenorra estaba acostada en su cama, aunque no se veía profundamente dormida, así que, poco rato después también abrió sus ojos, creo que la adrenalina seguía en el cuerpo.
Claro que eso tampoco provocó que inmediatamente se levantara, por lo que permanecimos acostados y platicando acerca de las cosas que vivimos y de lo que haríamos el día de hoy.
Así que, después de analizarlo un poco, decidimos levantarnos y nos fuimos a desayunar, pero ¿a dónde iríamos? Buscamos algunas opciones “locales”, pero como estábamos algo hambrientos debido al tiempo que tardamos en levantarnos, nos dispusimos a ir a un iHop, pues se encontraba cerca y, la verdad, nunca habíamos visitado ninguno.
Llegamos al ihop y nos encontramos con un menú algo extenso, yo pensé que sólo habría Hot-cakes de mil presentaciones diferentes, pero ¡no! Resulta que había desayunos diversos, aunque sí, casi todos bien atascados.. ¡Qué rico! Así que tuvimos que aprovechar y terminamos desayunando muy, muy completo
Ahí nos llegó el cansancio, tal vez por la digestión, así que regresamos al hotel y nos dispusimos a ir a la alberca, nos cambiamos y llegamos contentos al piso donde estaba la alberca… pero, allí descubrimos con horror que el agua estaba helada, y eso que soy #TeamFrío pero ya estaba en el punto en el que no se disfruta. Sin embargo, afortunadamente había un jacuzzi externo, C A L I E N T I T O, así que ahí nos metimos un buen rato y estuvimos relajándonos y disfrutando esa deliciosa agüita calientita.
Después de eso, regresamos a bañarnos a la habitación y nos preparamos a ir al parque Fundidora… Digo, supongo que es lo que a todo el mundo se le ocurre, pero no teníamos mucho tiempo de visitar tantos lugares, así que, según recomendaciones, creo que era un buen lugar para poder decir que visitamos algo aquí en Monterrey.
Resulta que en el parque Fundidora había bicicletas en renta, quinceañeras tomándose fotos, ¡PATINADORES!, un lago con lanchas y mucho espacio para caminar, por lo que a la nenorra se le ocurrió que rentáramos bicicletas para darle la vuelta al parque; así lo hicimos y pudimos darle toda la vuelta al lugar. Fue muy divertido porque hace mucho que no andábamos en bicicleta juntos, o tal vez, nunca habíamos andado en bicicleta juntos, así que fue un gran momento.
Terminamos la vuelta en la hora de la renta, dejamos las bicicletas y seguimos caminando, visitamos algunos lugares, íbamos a ir al espectáculo de luces, pero al final a la nenorra ya no le dieron ganas, mejor decidimos asistir a un lugar que ella había visto en tiktok y donde quería comer, llamado:
Resulta que este restaurante, que había aparecido en un reel de tiktok con la nenorra, es un lugar que cuenta con un ambiente juvenil, con productos al estilo hamburguesas, papas a la francesa, boneless, etc. Nosotros pedimos un FRAT, que se trataba de un plato tipo muestra que contenía boneless, cheese chunks (bolitas de queso), coliflor capeada al estilo de los boneless y papas a la francesa, junto con 5 aderezos, los cuales todos estaban sabrosos y eran el complemento perfecto.
Al parecer los postres son una especialidad de la casa así que pedimos uno en donde te llevan un mini anafre algún producto flamable, de tal forma que tienes fuego en la mesa, el plato lleva galletas, bombones y chocolate y uno debe hacer “a mano” sandwichitos con todos estos productos, es divertido, chusco y entretenido.
También pedimos unas bebidas sabrosas, una cada quien, pero la verdad olvidé cómo se llamaban, una era de sandía y la otra de maracuyá, muy recomendables
Al final no fue tan caro, por la experiencia pensé que iba a ser un poco más, pero no, todo estuvo bastante bien con un precio justo
Al final salimos del lugar, estaba tan cerca del hotel que caminando podíamos llegar, así que así lo hicimos y llegamos al hotel, listos para descansar después de este día que, aunque no fue tan ajetreado, teníamos aún la resaca del día de ayer.
Así que, nos prepararemos para mañana porque será nuestro regreso triunfal a la CDMX
Es todo por hoy, pero recuerden que…
… Seguiremos paseando …
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