La llamada [no tan] inesperada

Fue hace 8 años pero lo recuerdo bien. Yo estaba un poco deprimido pues todo parecía indicar que mi proyecto en el banco rojo y extranjero, (no el segundo banco rojo extranjero, sino el primer rojo extranjero, después del banco azul extranjero) iba a decirme adiós de mi proyecto, así que yo, con poca expectativa de que pudiera continuar, decidí salirme temprano, entonces tomé un autobús "de línea", un flecha roja si no mal recuerdo, y ya iba de regreso de exExCiudadLaboral rumbo a ciudadDormitorio (hoy llamada ciudadLaboral), recuerdo que iba por La Marquesa, cuando sonó mi celular, un nokia tabique de esos que traían "snake" para horas de sano entretenemiento, contesté, era mi papá y me dijo lo siguiente:

Hijo, te llamo porque lo que te temíamos que un día ocurriera pasó: Tu abuela acaba de fallecer. la velaremos en el cementerio de Guadalupe, en ciudad azteca

Entonces lloré un poco, aunque debo aceptar que no demasiado, fue más de un año de convalecencia, de "vivir" postrada en cama y con oxígeno todos los días, sin poder moverse más allá de las 4 paredes de la casa, desgastante para ella, desgastante para mi mamá que se dedicaba a cuidarla al 100%, ahora ya estaba descansando, que dolor, pero con el alivio de que ya no necesitaría jamás ese aire artificial que entraba por su nariz.

Ella -mi abuela- siempre me reocordó que era "mi deber" colocarle una medallita que siempre colgó detrás de la puerta de su recámara, así que cuando llegué fui directo a ese lugar, aunque para mi consternación ya no estaba allí, supuse que mi mamá la habría tomado, pero tuve que hablar con ella para estar seguro, pero una vez que me confirmó que ya la tenía, descansé.

Y a partir de ahí fue curioso, mi sra. se enojó conmigo por una tontería, tanto que me dejó de hablar -pero ella no es el motivo de este post, así que olviden esto último-. Pero si estuvimos en el velatorio, después fui a dejarla a la casa y yo me regresé (ella estaba embarazada), cuando regresé decidí quedarme obviamente toda la noche. Platiqué con mi mamá, ella siempre dura, pero cuando una amiga de mi hermana (y de todos) llegó, platicó mucho con mi mamá, ella era quien podía entenderla pues años antes había muerto su mami, sorpresivamente; fue el único momento en que noté a mi mamá sintiéndose comprendida por alguien, digo, no me malentiendan, pero nadie de nosotros, afortunadamente, hemos pasado por eso.

Y estaban mis primos, y alguos amigos de mi mamá, también llegaron unos tíos por parte de mi papá, pero en realidad éramos pocos, pero éramos los que teníamos que estar.

Y recuerdo haber platicado con mis primas, mucho rato, después dormimos un poco, durmiendo cerca del cadáver, dándole el último adiós.

También recuerdo que al otro día, durante el sepelio, llego mi amigo IC1, estuvo conmigo mucho tiempo, recuerdo haber ido por la sra. quien, me hizo una "tregua" un poco conmovida por mi situación (siempre he pensado que fue muy injusta, pero en fin). El sepelio fue muy doloroso, yo deseaba que ya se acabara, no podía más con el peso de saber que ese era el fin, el fin de alguien que me cuidó, protegió, como una segunda madre, no sin errores, no sin rudeza exagerada, pero al fin y al cabo queriéndonos, aceptándonos.

Y es curioso, ella nació un 29 de diciembre, y se fue un 29 de febrero, así, bisiesto, hace 8 años, un día que no es tan común, como ella que nunca lo fue.

Por eso la recuerdo hoy, podría hacer un libro porque recuerdo cada detalle, cada movimiento, cada palabra cruzada con la gente que estuvo allí con nosotros, cada anécdota, grande o pequeña, las palabras que me dijo mi amigo, las palabras que me dijo mi sra., las palabras que dijo el sacerdote que ofreció la misa de cuerpo presente, también recuerdo cada puño de tierra que aventé, y cada paleada que dieron los sepultureros, recuerdo la mirada de mi papá y la de mi hermana, recuerdo el lugar, el sol, el barandal que estaba alrededor de la excavación para ingresar el ataud, recuerdo la ropa y la mirada del cadáver de mi abuela, justo cuando le comenté a mi mamá que cerraría la caja porque eso había pedido mi abue: que no se abriera, que el féretro permaneciera cerrado, pues ella decía en vida que si no lo hacíamos, al que se asomara le iba a enseñar la lengua, siempre nos reímos de su petición (con ella, siempre lo decía bromeando), pero por supuesto que cerramos la caja y así se quedo toda la noche, justo como ella lo hubiera querido.

Curiosamente, lo que no recuerdo es el ataud, ni el color, ni la forma, ni el material, nada de eso recuerdo. Tampoco recuerdo que pasó después, ni varios días después de ese día, supongo que todo fue regresando a la normalidad, como siempre pasa, como es el destino y la vida, tarde o temprano debemos continuar, con el recuerdo, con el dolor, porque jamás será algo que olvidemos, sólamente será un dolor que sabremos manejar.

Y hoy, a 8 años de distancia, la recuerdo, con lo malo y con lo bueno, con sus ideas distintas y su ímpetu para vivir, con sus terquedades y sus dichos, con su amor por la libertad y su guerra contra la injusticia, porque fue la primera persona que me mostró como luchar en la vida.

Esto es para tí: Amada Suárez Navarro, dondequiera que estés.






Comentarios

sergio ha dicho que…
hoy me encontré con tu blog, y me dedique a leerlo todos aunque confieso que este no llegue al inicio, es divertido, saber de lo que son las experiencias de otras personas, hoy que todo el mundo en las redes sociales se dedica a cortar y pegar, un saludo y te seguiré visitando, aunque lo has descuidado un poco
RockDrigo ha dicho que…
Muchas gracias Sergio Gomez, si ando algo atrasado pero prometo continuar, es una vida simple, con situaciones simples.... aunque no dejes de sintonizar cuando lleguemos s julio y agosto, el asunto se puso escabroso...

Seguiremos informando

Entradas populares de este blog

Reyes Malditos II, Los -La reina estrangulada-, Druon Maurice

de Cervantes Saavedra, Miguel; Quijote de la Mancha, El

Un poco más bajito que ella