Juego cancelado
Este día sucedería el "segundo" juego de scrimmage para los Avispones, al juego de la semana anterior, yo no había podido asistir debido a que me encontraba viendo el "show de Dora" en el teatro exTelmex.
Justo cuando iba manejando rumbo al lugar del encuentro, fui advertido, que el juego se cancelaba, todo porque los "White eagles" no habían tenido suficiente poder de convocatoria y no había con quien enfrentarse.
Divagué un poco y me regresé a casa de mis papás, les informé que no había juego, pues pensaban asistir. Después de eso decidimos "estar juntos", como en los viejos tiempos, como cuando no había sra., como cuando no había nenorra. (no me quejo, sólo explico)
Entonces estuvimos cómodamente sentados en su casa, platicando, trivialidades, tonterías, asuntos serios, después aprovechando fuimos a hacer compras al supermercado, también como en los viejos tiempos, recordando cuánto los quiero y lo mucho que me hace falta convivir con ellos, sé que estoy en una nueva etapa de mi vida, la cuál ya lleva 8 años, pero no deja de sentirse esa añoranza del nido, recordar todo lo bueno (y lo mal también, ¿por qué no?) que lo une a uno a esas personas especiales.
Es que ... los quiero tanto....
Justo cuando iba manejando rumbo al lugar del encuentro, fui advertido, que el juego se cancelaba, todo porque los "White eagles" no habían tenido suficiente poder de convocatoria y no había con quien enfrentarse.
Divagué un poco y me regresé a casa de mis papás, les informé que no había juego, pues pensaban asistir. Después de eso decidimos "estar juntos", como en los viejos tiempos, como cuando no había sra., como cuando no había nenorra. (no me quejo, sólo explico)
Entonces estuvimos cómodamente sentados en su casa, platicando, trivialidades, tonterías, asuntos serios, después aprovechando fuimos a hacer compras al supermercado, también como en los viejos tiempos, recordando cuánto los quiero y lo mucho que me hace falta convivir con ellos, sé que estoy en una nueva etapa de mi vida, la cuál ya lleva 8 años, pero no deja de sentirse esa añoranza del nido, recordar todo lo bueno (y lo mal también, ¿por qué no?) que lo une a uno a esas personas especiales.
Es que ... los quiero tanto....
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