Di no a los biométricos

Amiguitos y amiguitas. ¿Qué creen? A mi deptito le llegó la modernidad

Resulta que hace unos meses que pertenezco al “nada selecto” y “nada honroso” grupo de personas que se encuentran en el “chat grupal” de WhatsApp que corresponde a los vecinos de los deptitos que están pegaditos a mi deptito. Así es, ya conocen la dinámica, un grupo en donde se pueden tratar temas relacionados y diversos, tales como:

• Ya no cae agua en el edificio
• Ya cae agua en el edificio
• Lavarán con agua el edificio
• Bájenle a la música esos ruidosos del edificio

Además, se pueden responder las preguntas que siempre han confundido a la humanidad, como:

• ¿Alguien sabe si ya llegaron los recibos del agua?
• ¿Son de alguien estos calzones que cayeron en el patio del deptito de la planta baja?
• ¿Alguien tiene el teléfono de la vecina que vende los postres ricos?
• ¿Son de alguien estas llaves? (Con foto adjuntando el llavero en cuestión caído y extraviado)
• ¿Alguien sabe quien está taladrando tan cerca de mi deptito? (Cómo si hubiera alguno lejos)
• ¿Alguien sabe qué están construyendo al lado de nuestro edificio?
• ¿Alguien sabe cómo podemos detener la construcción de al lado de nuestro edificio?
• ¿Alguien sabe quién construye al lado de nuestro edificio?

En fin, todas esas preguntas y muchas más pueden ser cuestionadas en ese chat, no todas son respondidas, a menos que sea alguna con franca agresión y/o echando en cara algún comportamiento de un vecino, entonces sí habrá harta plática constructiva y destructiva.

¿Ven por qué les digo que no es tan honroso pertenecer a este selecto grupo?

Bueno y en el marco de esta descripción, resulta que en algún momento apareció un mensaje que decía más o menos así:

Vecinos, se les comunica que la alcaldía automatizará las puertas de entrada con biométricos: iris o pulgar, por lo que se les cita a que se les tomen los biométricos el próximo domingo.

¡¡Ya se imaginarán la revolución que se hizo en el grupo de WhatsApp!! Que nuestros biométricos serán robados, usados, evaluados, modificados, clonados, trasladados, vapuleados, mancillados y miles de etcéteras…. Que mal ¿no? Ya me imaginaba bien moderno entrando a la unidad enseñando mi ojito, pero resulta que los vecinos simplemente no quisieron, por lo que se llegó a una “negociación”:

Resulta que, para no tomar los datos biométricos, fue posible negociar y crear algunas tarjetas con sensor magnético para que sean leídas en la entrada…. la mayoría aceptaron felices.

¿Ven por qué no podemos tener nada bonito?

En fin, ahora tengo mi tarjetita con la cual puedo entrar a la unidad habitacional, espero no perderla nunca, nunca, porque mis dedos, esos si que nunca los he perdido.

Este fue el final de la aventura biométrica, por lo que…

… Seguiremos accesando …