A ver, sóplele
El día de ayer fue especial. Tuve un encuentro con mi amigo JGC... La reunión fue para tratar temas sensibles, que no vienen al caso en este blog, lo importante es que la reunión fue en el ¡¡¡¡Beer Factory Lindavista!!!
Bueno, muy bueno como siempre. Obviamente la visita al lugar implica tomar cerveza, la "especialidad de la casa" del mes era la cerveza "Heavy Metal", pero a pesar de mi corazón metalero olvidé probarla (¿¿Será porque mi corazón es mas "gótico"??) Pero para no variar me tomé una deliciosa "Luna llena", la cuál me gusta por su sabor fuerte, cómo lo dice la página del Beer Factory:
Después de esa tuve que disfrutar una de las clásicas cervezas "saborizadas", pues mi siempre preferida ha sido la cerveza de coco. Me da la impresión de que estoy tomando una malteada o una refrescante agua.
Los tragos los acompañamos con un plato "american style" para botanear, con alitas picositas, costillitas BBQ, aros de cebolla, papas fritas y otros productos grasosos y sabrosos.
Pedimos la cuenta y pagamos, pedimos el auto y me dispuse a llevar a mi amigo a su depa.
Íbamos camino al sur (de la ciudad), pues allá vive, cuando de repente, en Av. Cuauhtémoc a unos metros del cruce con viaducto, nos detuvimos completamoente, yo pensé que era derivado de los arreglos en los "respiraderos" de las líneas subterráneas del metro, pero ¡¡Oh cuán equivocado estaba!! Resulta que mi amigo JGC súbitamente me dice:
¡¡¡ Hay un alcoholímetro por eso no avanzamos !!!
Upssss.... Me puse algo nervioso, a pesar de que no me sentía ni siquiera mareado, si había tomado un litro de cerveza aproximadamente, por lo que empecé a recordar cuando mi carnalita daba sus conferencias sobre alcohol y adicciones, la medida para aún pasar el alcoholímetro, si mal no recordaba, eran 4 cervezas, o sea poco más de un litro, ¿o eran cinco?? ¿¿o eran tres??.. oh no que nervios...
Entonces sólo seguí las recomendaciones de mi amigo: "Respira profundamente". Así lo hice, y después de mucho rato llegamos al "retén", donde una servidora pública [una poli, pues], quien no estaba tan fea, se acercó a la ventana del auto... Pensé en seducirla con mis encantos, pero preferí dejar esa opción para una segunda etapa del encuentro, en caso de que fuera necesario.... Y me dijo:
- Buenas noches, ¿ha ingerido bebidas alcohólicas esta noche?
¡Auuuuhhh!!! Aunque supuse que me iba a preguntar algo, la verdad nunca pensé que me haría la preguna así tan directo, yo pensé que primero íbamos a presentarnos, platicar, flirtear y ya luego ¡¡ZAZ!! La pregunta, por lo que, completamente sin haber premeditado mi respuesta, simplemente dije:-
- ¡SI!
- ¿Qué ha bebido y hace cuánto tiempo? -me dijo-
- Una cerveza, hace como una hora -le dije-
Por lo que se limitó a hacer la prueba número uno de alcoholímetros (supongo): Sacó un avanzado dispositivo detector y receptor de aliento del conductor del vehículo, o sea, un cartoncito que me acercó al rostro y se acercó ella también al mismo, y me dijo:
¿¿¿y qué creen???
Pues soplé y soplé, y ella contenta con el resultado dijo: Adelante pueden continuar.
Respiré aún más profundamente y seguimos nuestro camino rumbo al departamento de mi amigo, lo dejé en su casa y regresé a la mía, sin ningún otro percance que contar...
En parte me da gusto que en la ciudad existan ese tipo de programas en la ciudad, me parecen adecuados, el problema es que cuando uno se enfrenta a la autoridad, le da miedo la corrupción y el sembrado de pruebas... porque se ha escuchado cada caso...
En fin, seguiremos disfrutando... con moderación claro...
Bueno, muy bueno como siempre. Obviamente la visita al lugar implica tomar cerveza, la "especialidad de la casa" del mes era la cerveza "Heavy Metal", pero a pesar de mi corazón metalero olvidé probarla (¿¿Será porque mi corazón es mas "gótico"??) Pero para no variar me tomé una deliciosa "Luna llena", la cuál me gusta por su sabor fuerte, cómo lo dice la página del Beer Factory:
De Tipo irlandés, de color castaño-oscuro, proveniente de maltas negras y chocolate utilizadas en su elaboración. Esta cerveza presenta un gran cuerpo y una espuma consistente que se encuentran perfectamente balanceados con los lúpulos ingleses utilizados.
Después de esa tuve que disfrutar una de las clásicas cervezas "saborizadas", pues mi siempre preferida ha sido la cerveza de coco. Me da la impresión de que estoy tomando una malteada o una refrescante agua.
Los tragos los acompañamos con un plato "american style" para botanear, con alitas picositas, costillitas BBQ, aros de cebolla, papas fritas y otros productos grasosos y sabrosos.
Pedimos la cuenta y pagamos, pedimos el auto y me dispuse a llevar a mi amigo a su depa.
Íbamos camino al sur (de la ciudad), pues allá vive, cuando de repente, en Av. Cuauhtémoc a unos metros del cruce con viaducto, nos detuvimos completamoente, yo pensé que era derivado de los arreglos en los "respiraderos" de las líneas subterráneas del metro, pero ¡¡Oh cuán equivocado estaba!! Resulta que mi amigo JGC súbitamente me dice:
¡¡¡ Hay un alcoholímetro por eso no avanzamos !!!
Upssss.... Me puse algo nervioso, a pesar de que no me sentía ni siquiera mareado, si había tomado un litro de cerveza aproximadamente, por lo que empecé a recordar cuando mi carnalita daba sus conferencias sobre alcohol y adicciones, la medida para aún pasar el alcoholímetro, si mal no recordaba, eran 4 cervezas, o sea poco más de un litro, ¿o eran cinco?? ¿¿o eran tres??.. oh no que nervios...
Entonces sólo seguí las recomendaciones de mi amigo: "Respira profundamente". Así lo hice, y después de mucho rato llegamos al "retén", donde una servidora pública [una poli, pues], quien no estaba tan fea, se acercó a la ventana del auto... Pensé en seducirla con mis encantos, pero preferí dejar esa opción para una segunda etapa del encuentro, en caso de que fuera necesario.... Y me dijo:
- Buenas noches, ¿ha ingerido bebidas alcohólicas esta noche?
¡Auuuuhhh!!! Aunque supuse que me iba a preguntar algo, la verdad nunca pensé que me haría la preguna así tan directo, yo pensé que primero íbamos a presentarnos, platicar, flirtear y ya luego ¡¡ZAZ!! La pregunta, por lo que, completamente sin haber premeditado mi respuesta, simplemente dije:-
- ¡SI!
- ¿Qué ha bebido y hace cuánto tiempo? -me dijo-
- Una cerveza, hace como una hora -le dije-
Por lo que se limitó a hacer la prueba número uno de alcoholímetros (supongo): Sacó un avanzado dispositivo detector y receptor de aliento del conductor del vehículo, o sea, un cartoncito que me acercó al rostro y se acercó ella también al mismo, y me dijo:
"a ver sóplele"...
¿¿¿y qué creen???
Pues soplé y soplé, y ella contenta con el resultado dijo: Adelante pueden continuar.
Respiré aún más profundamente y seguimos nuestro camino rumbo al departamento de mi amigo, lo dejé en su casa y regresé a la mía, sin ningún otro percance que contar...
En parte me da gusto que en la ciudad existan ese tipo de programas en la ciudad, me parecen adecuados, el problema es que cuando uno se enfrenta a la autoridad, le da miedo la corrupción y el sembrado de pruebas... porque se ha escuchado cada caso...
En fin, seguiremos disfrutando... con moderación claro...
Comentarios