Gritito
Pues resulta que uno como mexicano, se prepara para las fiestas patrias, siempre se la pasa uno "pensando" donde va a dar el "grito", con la familia, con la otra familia, en ua delegación, en el zócalo...
Particularmente nunca he estado en el zócalo, mis papás siempre decían: "No vamos por tanta aglomeración", por lo que nuestras mayores salidas fueron a las delgación Benito Juárez y lugares alternos para dar el grito, o de preferencia nos la pasábamos en casa mirando al presidente en turno que se encargara de "lucir" a los héroes que nos dieron patria
En este año, quedamos de pasar este día en compañía de la familia de mi sra. Por fin después de algunas compras estábamos allí. Llegó la hora del grito, y salió "nuestro" presidente, a quién no se le notaba ningún rostro de alegría, a quién no se le veía felicidad o fuerza en la mirada. Llegó al balcón donde es común que se dé el tan esperado grito, y comenzó, no le imprimió fuerza ni emoción, no se veía contento o por lo menos enojado, lucía tan acartonado como su copete; lo malo es que de igual manera, la gente se veía igual, creo que ni el grito al unísono de ¡viva! se escuchaba fuerte; es más, el zócalo no se notaba tan lleno que parece que no cabe un alfiler más,de hecho se notaban huecos en algunos espacios del lugar.
Que tristeza. Tal vez no se escucha por se un grito de dolor, porque hemos perdido un poco de esperanza con tanto caos, para colmo con tanta lluvia y ahorita tantas inundaciones.
México, espero que podamos salir de ésta, somos una familia, no lo olvidemos, que los presidentes impuestos, o los impuestos impuestos, o la violencia generada no nos hagan perder la fe, la esperanza.
Se que es difícil pero debemos reflexionar en que tenemos mucho que festejar, que tenemos una familia, que tenemos que seguir luchando, que somos más los buenos que no queremos que el país se vaya a pique, que nuestra fuerza para soportar maltratos, vejaciones, insultos y saqueos es mucha, demostrado está, así que no nos desanimemos y veamos hacía adelante, yo creo en un futuro aquí, yo creo que podemos luchar por un país mejor, que debemos exigir un país mejor, claro que... ¿¿cómo comenzar??
Pues no sé pero yo pienso ser un mejor ciudadano, más trabajador y menos quisquillozo, intentando dar un buen ejemplo a mi hija y a la gente que está cerca de mí, dejar de ser tramposo, flojo y gandalla, no sé si logre algo pero pienso poner mi granito de arena.
¿Servirá de algo? No lo sé pero al menos es el primer paso que pienso dar.
Después de todo, la esperanza muere al último ¿o no?
... Seguiremos gritando ...
Particularmente nunca he estado en el zócalo, mis papás siempre decían: "No vamos por tanta aglomeración", por lo que nuestras mayores salidas fueron a las delgación Benito Juárez y lugares alternos para dar el grito, o de preferencia nos la pasábamos en casa mirando al presidente en turno que se encargara de "lucir" a los héroes que nos dieron patria
En este año, quedamos de pasar este día en compañía de la familia de mi sra. Por fin después de algunas compras estábamos allí. Llegó la hora del grito, y salió "nuestro" presidente, a quién no se le notaba ningún rostro de alegría, a quién no se le veía felicidad o fuerza en la mirada. Llegó al balcón donde es común que se dé el tan esperado grito, y comenzó, no le imprimió fuerza ni emoción, no se veía contento o por lo menos enojado, lucía tan acartonado como su copete; lo malo es que de igual manera, la gente se veía igual, creo que ni el grito al unísono de ¡viva! se escuchaba fuerte; es más, el zócalo no se notaba tan lleno que parece que no cabe un alfiler más,de hecho se notaban huecos en algunos espacios del lugar.
Que tristeza. Tal vez no se escucha por se un grito de dolor, porque hemos perdido un poco de esperanza con tanto caos, para colmo con tanta lluvia y ahorita tantas inundaciones.
México, espero que podamos salir de ésta, somos una familia, no lo olvidemos, que los presidentes impuestos, o los impuestos impuestos, o la violencia generada no nos hagan perder la fe, la esperanza.
Se que es difícil pero debemos reflexionar en que tenemos mucho que festejar, que tenemos una familia, que tenemos que seguir luchando, que somos más los buenos que no queremos que el país se vaya a pique, que nuestra fuerza para soportar maltratos, vejaciones, insultos y saqueos es mucha, demostrado está, así que no nos desanimemos y veamos hacía adelante, yo creo en un futuro aquí, yo creo que podemos luchar por un país mejor, que debemos exigir un país mejor, claro que... ¿¿cómo comenzar??
Pues no sé pero yo pienso ser un mejor ciudadano, más trabajador y menos quisquillozo, intentando dar un buen ejemplo a mi hija y a la gente que está cerca de mí, dejar de ser tramposo, flojo y gandalla, no sé si logre algo pero pienso poner mi granito de arena.
¿Servirá de algo? No lo sé pero al menos es el primer paso que pienso dar.
Después de todo, la esperanza muere al último ¿o no?
... Seguiremos gritando ...
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