Los Dinamos
El día de hoy tuvimos una salida con mi familia política al lugar que frecuentan, frecuentemente con mucha frecuencia (o al menos eso era antes): "Los dinamos".
El parque ecológico está bonito, con un río que desciende del cerro del Ajusco, supongo, algunos espacios para hacer picnic y mucha vegetación, es el lugar ideal para pasarla bien con la familia.
Resultó ser esta la segunda vez que mi nenorra visita el lugar, la primera vez estaba muy pequeña y no lo recuerda, pero ahora que fue, se le ocurrió una de las más insensatas ideas que jamás se le han ocurrido.
Papi, quiero entrar el río, pero sin pisar el agua....
¡¡¡¡¡¡Ah no, eso si que no!!!!! -pensé-, pero como muchas veces no hago lo que pienso o no pienso lo que hago, o hago lo contrario a lo que pienso, (aplican todas, no es confusión), pues le dije: ¡¡Va!!
A continuación procedí subiéndola a mis hombros, y entré al río, caminando con ella libre de humedad... y por cierto: ¡qué dolor ir pisando las piedras del río!, pues yo traigo como 10 kilos extras, más los 17 de ella, eran como 27 kilos a cuestas, sin embargo hice lo que cualquier padre amoroso haría, la llevé hasta la piedra que le gustaba para reposar un rato, y así nos fuimos de piedra en piedra, para que ella disfrutara sin tener que entrar al agua...
Lógico es, que después de un rato, todos sus primos se mojaron completamente, y entonces ella también se mojó, aunque sólo un poco.
Disfrutamos como locos el lugar, yo salí adolorido de mis pies, pero eso sí, muy refrescado.
Partimos un pastel delicioso (pues el motivo de la celebración era festejar a los cumpleañeros de abril), y finalmente la pasamos muy bien.
Estuvimos un rato más y al atardecer salimos del lugar, después de un rato se durmieron mis mujeres, quienes, se pueden dar el lujo de dormir en el auto. Yo disfruté el silencio del camino, y después, algo de mi música preferida.
...Excelente paseo...
El parque ecológico está bonito, con un río que desciende del cerro del Ajusco, supongo, algunos espacios para hacer picnic y mucha vegetación, es el lugar ideal para pasarla bien con la familia.
Resultó ser esta la segunda vez que mi nenorra visita el lugar, la primera vez estaba muy pequeña y no lo recuerda, pero ahora que fue, se le ocurrió una de las más insensatas ideas que jamás se le han ocurrido.
Papi, quiero entrar el río, pero sin pisar el agua....
¡¡¡¡¡¡Ah no, eso si que no!!!!! -pensé-, pero como muchas veces no hago lo que pienso o no pienso lo que hago, o hago lo contrario a lo que pienso, (aplican todas, no es confusión), pues le dije: ¡¡Va!!
A continuación procedí subiéndola a mis hombros, y entré al río, caminando con ella libre de humedad... y por cierto: ¡qué dolor ir pisando las piedras del río!, pues yo traigo como 10 kilos extras, más los 17 de ella, eran como 27 kilos a cuestas, sin embargo hice lo que cualquier padre amoroso haría, la llevé hasta la piedra que le gustaba para reposar un rato, y así nos fuimos de piedra en piedra, para que ella disfrutara sin tener que entrar al agua...
Lógico es, que después de un rato, todos sus primos se mojaron completamente, y entonces ella también se mojó, aunque sólo un poco.
Disfrutamos como locos el lugar, yo salí adolorido de mis pies, pero eso sí, muy refrescado.
Partimos un pastel delicioso (pues el motivo de la celebración era festejar a los cumpleañeros de abril), y finalmente la pasamos muy bien.
Estuvimos un rato más y al atardecer salimos del lugar, después de un rato se durmieron mis mujeres, quienes, se pueden dar el lujo de dormir en el auto. Yo disfruté el silencio del camino, y después, algo de mi música preferida.
...Excelente paseo...
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