Mi amigo neurocirujano

Cuando estaba en la secundaria, tuve varios amigos, uno de los más significativos para mí, fue RGL. nos ayudábamos mutuamente pues éramos los clásicos Nerds, de esos que cada bimestre eran llamados a la junta de padres de familia, para entregarles los reconocimientos de mejor aprovechamiento, era gracioso porque muchas eran las veces que por algunas décimas me ganaba él, o viceversa. Eramos mataditos pues, además creo que era una sana competencia la manera en que estudiábamos.

El tiempo pasó, el se fue a la UNAM, cuando el estaba en el CCH y yo en el CECyT (IPN) todavía nos frecuentábamos, inclusive llegamos a la escuela superior, y cuando el terminó sus estudios, lo acompañé a una reunión familiar que le hicieron, como festejo.

Pasó algo de tiempo y nos desconectamos, todavía cuando yo me iba a casar recuerdo que lo invité, a lo cual no pudo asistir, poco tiempo después yo me fui a trabajar a exExCiudadLaboral, perdí mi celular y el contacto que tenía de mi amigo.

Después de cierto tiempo, decidí volverlo a buscar,y una vez más: ¡¡Bendita tecnología!! Teclee su nombre completo en google "RGL", y ¡¡¡zaz!!! que encuentro información acerca de él. Resulta que se encontraba en una página de medicos cirujanos, donde encontré que el se encontraba en la categoría "neurocirujanos".

Esa página me dió su correo electrónico, le escribí y ¡vaya sorpresa!, me respondió. Me dió sus teléfono personal y entonces comenzamos comunicarnos nuevamente. Hasta que decidimos vernos para platicar, ese día due precisamente, ayer.

La cita fue en su casa, ¡¡oh!! tantos recuerdos de cuando estaba bien chamaco, pasaba a verlo, y hacíamos tareas y platicábamos de maestros, todos unos estudiosos; recordé cuando su mamá siempre no ponía de ejemplo para su hermano menor (que chocoso debió ser para él). Toqué el timbre y su madre me abrió, la saludé efusivamente, pues la recordaba muy bien, a continuación salió mi amigo RGL y nos dimos un fuerte abrazo, me hicieron pasar y llegué a la sala, justo como la recordaba; a pesar de que la última vez que estuve en esa casa fue hace como 15 años, por lo menos.

Una vez dentro platicamos algunas circunstancias familiares, disfrutamos unos deliciosos chocolates, algunos minutos después nos salimos, pues teníamos que salir y platicar un chorro de cosas.

Mi amigo no había comido, así que el plan era salir a comer, después de algunas indecisiones decidimos ir al "nuevo" Hooters cerca del monumento de la Diana Cazadora. Estando allí nos recibieron camisetas blancas y shorts anaranajados; pedimos unas hamburguesas de esas famosas del hooters y una jarra de cerveza.

Pasamos de las pláticas serias a las graciosas, de lo interesante a lo preocupante, de lo malo a lo bueno, las horas transcurrían rápido, así como los vasos de cerveza, fue necesario pedir una segunda y hasta una tercera jarra de cerveza, era mucha la plática y demasiada la sed.

Después de muchas horas y mucha información, decidimos que debía terminar el encuentro, por lo que salimos del lugar, yo, bastante mareado, como que esos dos litros de cerveza si hicieron efecto en mi.

Fue una deliciosa plática y una excelente comida, con las atenciones propias de las lindas meseras, sin embargo, eso fue lo menos importante de la noche.

Espero que ahora si no perdamos contacto.

... Seguiremos frecuentando ...