Mi regreso a las oficinas
Hola mis queridos y saludables amigos
En un post anterior les comenté acerca de este "terrible" momento en el que me mandaron a descansar trabajar desde casa porque "toda persona que haya estado fuera del país debe mantener la cuarentena". Pero, como se imaginarán y gracias al creador todopoderoso, no contraje ninguna enfermedad mientras andaba en tierras extranjeras, sólo un poco de nostalgia, pero eso no es -tan- contagioso, al menos no es mortal, a menos que se convierta en depresión pero, no es mi caso. Y que bueno porque ¡¡Que oso!! ser el primer contagiado de un país. ¿Se imaginan que fuese yo el que trajera la enfermedad? Ay no... ¡¡Que alivio!!
Bueno pues gracias a que no presenté absolutamente ningún síntoma, hoy tuve mi regreso triunfal a las oficinas, y bueno, "casi" todo estaba como lo dejé, excepto que mi mueble de cajones (todos tenemos uno) ha desaparecido, lo bueno es que sólo dejé allí un termo y creo que unos cuantos papeles de importancia reducida.
Así es amigos, ¡que rico fue disfrutar la cuarentena en casa!, no tenía que bañarme, no tenía que trasladarme, ¡es más! Ni siquiera tenía que vestirme para trabajar, ¡que agasajo!. Sin embargo, he tenido que volver a hacerlo.
Así que, para que no estén con el pendiente ya estoy en las oficinas, ya estoy bañado, pero lo más importante de todo: ya estoy vestido, así que aprovecharé estar en esta zona sureña de la ciudad para ir a comer algo rico.
Así que por lo pronto...
... Seguiremos trabajando ...
Comentarios