Juego: vs Aztecas Ojo de Agua
Bueno pues resulta que el equipo Leones Blancos entró a una liga que ya estaba comenzada, por lo que el compromiso del equipo fue que tendríamos una jornada doble.
Pues bien, resulta que ese fin de semana llegó, el día de ayer nos presentamos a jugar ante Aztecas de Ojo de Agua, y el día de mañana estaremos juando en el campo de Aztecas del TESE (Así es, puros aztecas en esta jornada).
El día de ayer fue Friday Night Football, por lo que saliendo del trabajo me apoyaron mis papás pasando por mi y llevándome al lugar, llegamos media hora tarde porque nos perdimos, sin embargo el juego estaba apenas a punto de comenzar.
Resulta que había llovido y el campo era un completo lodazal, con esa tierra que al mojarse se vuelve como barro tipo mascarilla anti acné. Fue muy gracioso porque en la línea al momento de bloquear a otro tackle, el que ganaba el golpe podía empujar al otro como trenecito, pues en el lodo uno se resbalaba sin tener agarre, por lo que algunas veces uno se llevaba al rival 7 metros, pero en algunas otras ocasiones ocurría a la inversa.
Desafortunadamente este juego lo perdimos, terminamos enlodados y húmedos, con un marcador no tan desfavorable, algo así como 47- 35.
Y ahora si, prepararnos para el siguiente juego, que es ¡¡MAÑANA!!
Ufff, ya no estoy en edad de una jornada doble.
Pues bien, resulta que ese fin de semana llegó, el día de ayer nos presentamos a jugar ante Aztecas de Ojo de Agua, y el día de mañana estaremos juando en el campo de Aztecas del TESE (Así es, puros aztecas en esta jornada).
El día de ayer fue Friday Night Football, por lo que saliendo del trabajo me apoyaron mis papás pasando por mi y llevándome al lugar, llegamos media hora tarde porque nos perdimos, sin embargo el juego estaba apenas a punto de comenzar.
Resulta que había llovido y el campo era un completo lodazal, con esa tierra que al mojarse se vuelve como barro tipo mascarilla anti acné. Fue muy gracioso porque en la línea al momento de bloquear a otro tackle, el que ganaba el golpe podía empujar al otro como trenecito, pues en el lodo uno se resbalaba sin tener agarre, por lo que algunas veces uno se llevaba al rival 7 metros, pero en algunas otras ocasiones ocurría a la inversa.
Desafortunadamente este juego lo perdimos, terminamos enlodados y húmedos, con un marcador no tan desfavorable, algo así como 47- 35.
Y ahora si, prepararnos para el siguiente juego, que es ¡¡MAÑANA!!
Ufff, ya no estoy en edad de una jornada doble.
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